Lograr una superficie lisa y brillante requiere herramientas tales como máquinas esmeriladoras, lustradoras y pulidoras fijas, de mesa o portátiles. Para desgrasar, limpiar, pulir y lustrar metales se utilizan disolventes, ácidos y diversos materiales abrasivos.
Pulido de piezas:
Pulido mediante pulidoras de doble brazo (8 pulidoras) con diferentes tipos de bandas y granos (rugosidad), según sea el acabado de la piezas y los procesos a posteriori.
Pulido a brillo:
Pulido de las piezas con los medios necesarios (cepillos de cuerdas y cepillos de trapo) para dar el acabado de pulido a espejo.
Satinado:
Acabado que se le da a la pieza mediante cepillos.